domingo

HOJAS DE HISTORIA

 


Yo muero…

todos perecemos.

Tú caíste ayer,

tu calavera insepulta

descansa acunada por la tierra.

No te concedieron

-siquiera eso-

elevarte entre volutas

con anhelo de estrellas.

Sangre oscura

de muerte abrupta.

A quienes oprimieron el gatillo,

de un soplo,

los borró la historia.

Vosotros habitaréis

en pámpanos al céfiro

de la inmortalidad.

Quisieron extirparos

y os transmutaron en simientes.

De cada amapola de los

heridos pechos,

nacieron mil robles

que os dan sombra y cobijo

y vuestro lugar en la Historia.


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