miércoles

martes

ejercicio 3º de @JimenaFerLibro

 


                                                    Obras completas de Pablo Neruda

Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer

Federico García Lorca, romancero gitano

Tres fueron. Tres que formaron mi manera de pensar, sentir, expresar, ese mundo que llevo dentro desde antes de saber decir “mamá”.

Esos que me permitieron descubrir que no estoy sola, que al otro lado de la oscuridad viven seres que se expresan tal y como lo concibo yo. Claro que su calidad, su excelencia, no será nunca la mía, pero en el estante de mi salón en el que conviven ellos y mi pequeño libro de color discreto e igual de importante. Conviven y se arropan los unos a los otros en igualdad y fraternidad.                                                     Allí permanecen juntos, Neruda, Lorca y Bécquer y mis “Madrugadas de ausencia” en perfecta armonía y confraternidad.                                                                                                                              Hablando la lengua común a todos, el idioma de la poesía

 

jueves

SINFONÍA DE VERANO



 





Bajo tu refugio

umbroso

transita el agua mansa.

En el nítido azul del cielo

pasa la garza volando

percibiendo el rumoroso

éxodo del agua

que va saltando

de guijarro en guijarro

en el sendero que enfrenta el río.

Los sauces le besan en su camino,

acariciando su húmeda frente

con su frondosas ramas.

Las mariposas gozosas

danzan entre las brillantes gotas.

De los nenúfares, saltan las ranas

brillando al sol del estío.

Las libélulas cabriolean

entre juncos y jaras;

la araña aguarda,

agazapada en su tela,

a la mosca distraída.

La niña,

en el muelle sentada,

balancea y salpica

el agua con sus pies.

Todo compone una

sublime sinfonía

en esta plácida tarde

de canícula y

el sol refleja

esplendentes órbitas

en el sendero perpetuo

del agua mansa,

la brisa se levanta

y algunas hojas

emprenden un efímero vuelo.

Es el verano que nos

inunda de causalidad.