miércoles

La Rosa

Y perdura la rosa, 

allá

en su ánfora de cristal,

cautiva, 

sin poder

esparcir ni una lágrima.

Aislada y sola

aguardando

una lenta expiración.

viernes

GUERRA










Principia una nueva

contienda,

los adversarios

son otros,

ajenos a ti y a mí.

Aparento ser parte,

más no soy yo,

estoy distante

extraviada en nuestra

lóbrega querella

de mudez

y ausente piel.

Esa sibilina

que me ahuyenta

el ensueño

dejando sombrías

alucinaciones

de soledad

y desamor.