miércoles

SINFONÍA DE VERANO

Bajo tu refugio

umbroso

transita el agua mansa.

En el nítido azul del cielo

pasa la garza volando

percibiendo el rumoroso

éxodo del agua

que va saltando

de guijarro en guijarro

en el sendero que enfrenta el río.

Los sauces le besan en su camino,

acariciando su húmeda frente

con su frondosas ramas.

Las mariposas gozosas

danzan entre las brillantes gotas.

De los nenúfares,

saltan las ranas

brillando al sol del estío.

Las libélulas cabriolean

entre juncos y jaras;

la araña aguarda,

agazapada en su tela,

a la mosca distraída.

La niña,

en el muelle sentada,

balancea y salpica

el agua con sus pies.

Todo compone una

sublime sinfonía

en esta plácida tarde

de canícula y

el sol refleja

esplendentes órbitas

en el sendero perpetuo

del agua mansa,

la brisa se levanta

y algunas hojas

emprenden un efímero vuelo.

Es el verano que nos

inunda de causalidad.