domingo

CAPRICHOS DE LA LUNA




En la triste edad ya vivida
de muertes prematuras
y dilatadas ausencias,
en los años mal paridos
por la indigencia de ternura
tantos factores y poco entendimiento.
Restan días a lo venidero
con pasiones extáticas
y tristezas de  estulticia.
Por las calles de poco tránsito,
o las avenidas
por donde se contonea el pecado.
Marca un tango la diferencia
y un vals con sus estrofas de violín
lacera el silencio de la madrugada.
Embrujo de la Luna caprichosa
como el tacón de aguja
de cuando era una mujer.
Lloran las campanas que anuncian
la muerte de la noche
y la llegada confusa de un nuevo amanecer
donde permanecerán ocultas las simonías.
Ya no se redimen las gaviotas
y su vuelo yace postrado en las farolas.