Dibujo realizado por Mara López Illana
Llegaron unos pocos para comprobar si la atmosfera del planeta
era adecuada para ellos. Todos eran voluntarios. Tenían ordenado reproducirse
para estudiar el desarrollo en ese ambiente, con el fin de enviar a nuevos contingentes
más cualificados para organizar la
autentica invasión. Ellos eran meros peones sin validez alguna para su
gobierno, mano de obra desechable y, sin embargo, todos tenían una sensación de
orgullo patrio por tan honorable misión. Según aterrizaron en el planeta
comenzó la agonía de algunos, que morían de inanición. Si no encontraban rápido
un huésped que les mantuviera a una temperatura propicia, esta misión iba a
tener muy breve recorrido. Pronto vieron a una criatura de sangre caliente, que
ni era ave, ni mamífero, (la llamaron” Chiroptera”) su instinto les decía que
allí podían prosperar e establecer la primera colonia. Pasaron la noticia por
radio e iniciaron el asalto. Aquellas criaturas eran inmunes a su presencia, lo
que les procuraba una cobertura única para la invasión posterior. Cuando ya las
colonias eran un hecho, descubrieron una criatura que les permitía colonias aún
mayores y se lanzaron a la conquista del nuevo huésped, le llamaron Pangolín,
porque les recordaba a las montañas de su planeta. Su reproducción fue
incrementándose día a día y el jefe de la expedición, un pobre sujeto con pocas
luces y muchas ganas de ascender en su carrera, ya se veía recibiendo medallas
por su gesta. Un
subalterno le vino a comunicar que los pangolines eran devorados por unas
criaturas bípedas, que los cazaba indiscriminadamente. Se puso muy nervioso y
pidió comunicación urgente con alguna colonia que habitara en una de aquellas bajas. Tardó en realizarse
dicha conexión, pero al final se logró y las noticias no podían ser mejores.
Aquel nuevo huésped, era nómada, viajaba a distintos ambientes con climas más
propicios para su conquista. Su desarrollo parecía imparable, cada día nacían
nuevas colonias y cuando una de aquellas criaturas dejaba de ser idónea, no
ocurría nada pues disponían de muchas más a las que conquistar. Un día comenzaron a llegar malas
noticias desde muchas de las colonias. Sus huéspedes habían logrado un arma
letal que estaba arrasando a colonias y colonias con millones de residentes.
Las noticias fueron empeorando día a día. Hasta que una mañana, de principios
de la estación calurosa, cuestión ya de por sí mala por su inestabilidad ante
el calor, las criaturas conquistadas y dominadas hasta la fecha había
desarrollado el arma total, la aniquilación estaba a las puertas… aquella
criatura bípeda, había logrado lo inconcebible, la destrucción masiva de los
invasores, a quienes llamaron Covid. Las colonias, poco a poco, comenzaron a
caer y lo que era peor, no lograban conquistar a nuevos sujetos para migrar, un
líquido incoloro que les quemaba antes de desarrollarse, corría por todas las
células de sus imposibles receptores. Antes de que llegara su final, estableció
una última conexión con su planeta para pedir que abortaran la invasión de
aquel planeta letal para su especie. Y
en sus registros pusieron una marca en rojo sobre aquel planeta. Tierra :
inexpugnable.