jueves

LOS LIBROS, LIBRES
















Fieles compañeros eran,
aliados amigos son.
Firmes  y edecanes van
compactamente ordenados
en la repisa del mueble.
Son los libros esperando
a que llegue el labrador
que quiera labrar sus hojas
con la lectura fugaz
que los saque del estante
y los lleve consigo a
soñar el sueño feliz
de libros en libertad.

sábado

AFLICCIÓN


Se diluye y asciende el crepúsculo,
los reflejos obtienen un nuevo matiz
y la melancolía se encumbra,
agrandando los instantes
sin poderlos alcanzar.
La noche alza el vuelo
ocultando con sus negras alas
la tibieza de la tarde.
Nada en el universo nos aguarda
salvo los barrotes bruñidos
de esta jaula
que va siendo nuestra morada.
Por esas luminarias que dan al Edén,
veo la vida pausada,
aclamando ayeres
y futuros inseguros
más jubilosos y lozanos.

martes

INVASIÓN


                Dibujo realizado por Mara López Illana

Llegaron unos pocos para comprobar si la atmosfera del planeta era adecuada para ellos. Todos eran voluntarios. Tenían ordenado reproducirse para estudiar el desarrollo en ese ambiente, con el fin de enviar a nuevos contingentes más cualificados  para organizar la autentica invasión. Ellos eran meros peones sin validez alguna para su gobierno, mano de obra desechable y, sin embargo, todos tenían una sensación de orgullo patrio por tan honorable misión. Según aterrizaron en el planeta comenzó la agonía de algunos, que morían de inanición. Si no encontraban rápido un huésped que les mantuviera a una temperatura propicia, esta misión iba a tener muy breve recorrido. Pronto vieron a una criatura de sangre caliente, que ni era ave, ni mamífero, (la llamaron” Chiroptera”) su instinto les decía que allí podían prosperar e establecer la primera colonia. Pasaron la noticia por radio e iniciaron el asalto. Aquellas criaturas eran inmunes a su presencia, lo que les procuraba una cobertura única para la invasión posterior. Cuando ya las colonias eran un hecho, descubrieron una criatura que les permitía colonias aún mayores y se lanzaron a la conquista del nuevo huésped, le llamaron Pangolín, porque les recordaba a las montañas de su planeta. Su reproducción fue incrementándose día a día y el jefe de la expedición, un pobre sujeto con pocas luces y muchas ganas de ascender en su carrera, ya se veía recibiendo medallas por su gesta.                                                                                      Un subalterno le vino a comunicar que los pangolines eran devorados por unas criaturas bípedas, que los cazaba indiscriminadamente. Se puso muy nervioso y pidió comunicación urgente con alguna colonia que habitara  en una de aquellas bajas. Tardó en realizarse dicha conexión, pero al final se logró y las noticias no podían ser mejores. Aquel nuevo huésped, era nómada, viajaba a distintos ambientes con climas más propicios para su conquista. Su desarrollo parecía imparable, cada día nacían nuevas colonias y cuando una de aquellas criaturas dejaba de ser idónea, no ocurría nada pues disponían de muchas más a las que conquistar.                                                                                 Un día comenzaron a llegar malas noticias desde muchas de las colonias. Sus huéspedes habían logrado un arma letal que estaba arrasando a colonias y colonias con millones de residentes. Las noticias fueron empeorando día a día. Hasta que una mañana, de principios de la estación calurosa, cuestión ya de por sí mala por su inestabilidad ante el calor, las criaturas conquistadas y dominadas hasta la fecha había desarrollado el arma total, la aniquilación estaba a las puertas… aquella criatura bípeda, había logrado lo inconcebible, la destrucción masiva de los invasores, a quienes llamaron Covid. Las colonias, poco a poco, comenzaron a caer y lo que era peor, no lograban conquistar a nuevos sujetos para migrar, un líquido incoloro que les quemaba antes de desarrollarse, corría por todas las células de sus imposibles receptores. Antes de que llegara su final, estableció una última conexión con su planeta para pedir que abortaran la invasión de aquel planeta letal para su especie.                                                                                                               Y en sus registros pusieron una marca en rojo sobre aquel planeta. Tierra : inexpugnable.