Árbol ya
ausente,
perdido en la memoria….
aquel donde las aves
hacían sus nidos.
Hoy expulsadas de su ramaje
sin savia para el verdor.
Yertas ramas,
cómo yerta quedó tu ausencia
en la tibia luz de la memoria.
Árbol marchito por las
pútridas aguas del olvido.
Ignotos recuerdos llegan
entre los estertores
de agonía de tu inhiesta
efigie exánime del olvido.