domingo

HIJA DE LILITH

 


Mientras espero

que nazca la aurora,

mientras el frío

atenaza mi cuerpo,

veo en lo alto

del firmamento

esa luz argentina

de mi niñez,

y de mis labios

sale un susurro

¡Madre del alma!

Tu hija te implora.

Malgastada en la oscuridad

de una existencia

de destierro y aflicción

¡Mi madre Lilith!