lunes

BUSQUEDA






 Huye por las oquedades

de mi cuarto

Se balancea en las orillas

de mis pestañas,

la persigo y no la hallo

se me resbala de entre las manos

Se cose el verbo

al fondo de la boca,

me esquiva por entre

los símbolos de un libro

y se me pierde.

El viento se para

en mis cortinas

como velaje

de barco desplegadas,

y al recogerlas,

me asemejo

a un filibustero

que plegara en puerto

su velamen.

Y la desertada

torna al cabo

y atrapo la palabra

que andaba buscando.

domingo








Algunas soledades son miserias

otras soledades son afables,

tienen luz en sus miradas

mientras que aquellas son ciegas

y sordas y audaces,

entran por los poros de la piel

y se hacen grandes,

grandes miserias que arrastramos

en nuestras descomunales mochilas.

Arrastrando cadenas

que no son nuestras,

son de ellas;

aquellas soledades

que son miserias.

Las manos vacías de pasiones

son ausencias de amanecer.

Cúpulas sangrantes de la nada,

orbes desnudos y estériles.

Miserias de hambre,

de poder y orgullo

de riquezas malversadas

en opulencias cenagosas

plagas de esputos

sangrientos de tísicas

ostentaciones.

 

 

 






 

 

 

lunes

CAMINOS


 En los puentes arcaicos

las piedras ya no cantan

su viejo cantar

al paso del río.

Las palomas de la Paz

son prostituidas

en millones de fotogramas

en aras del recreo.

La yerba de la ausencia

ha crecido hasta cubrir

mis ajadas andalias.

Y el camino sigue

imperturbable

sin preguntar acaso

si mis pies llagados

quieren seguir

esta senda oscura

o quieren arraigarse

expuestos

al sol de la primavera

que se presiente

en este viento gélido

amenazante de

aguaceros infinitos.

 

domingo

FUSILADOS POR LA SINRAZÓN


 

En la noche oscura, sin luz ni luna,

fueron llevados al paredón de muerte,

los republicanos que lucharon con coraje,

por la libertad y la igualdad en la nación.

Fusilados sin piedad,

sin juicio ni razón,

por aquellos que impusieron su tiranía,

y silenciaron la voz de la libertad,

que se alzaba en las calles con pasión.

Sus cuerpos yacen en fosas comunes,

sin nombre ni lápida que los recuerde,

solo el dolor de sus familias queda.

Pero su lucha no fue estéril,

su memoria vive en sus linajes.

Los robles de sus corazones

esparcieron semillas

de ejemplo que hasta hoy

nos guían.

Y nacieron nuevos robles

de su savia dormida

alzándose hacia el azul

celeste que nos mira.