viernes

FALSO AMOR

 


Mis andalias

iniciaron la senda,

más la traición

no fue mía.

La ira de los sigilos,

el dolor de la ausencia

que se desliza

entre el viento

y la hoja que cae

a la tierra

llenando ese espacio

de soledad y mudez.

Entre un hoy y un mañana

entramos en esa cárcel de silencio

que saturó nuestros sueños

dejando a la vida huérfana

de amor y deseo.

 

domingo

HOJAS DE HISTORIA

 


Yo muero…

todos perecemos.

Tú caíste ayer,

tu calavera insepulta

descansa acunada por la tierra.

No te concedieron

-siquiera eso-

elevarte entre volutas

con anhelo de estrellas.

Sangre oscura

de muerte abrupta.

A quienes oprimieron el gatillo,

de un soplo,

los borró la historia.

Vosotros habitaréis

en pámpanos al céfiro

de la inmortalidad.

Quisieron extirparos

y os transmutaron en simientes.

De cada amapola de los

heridos pechos,

nacieron mil robles

que os dan sombra y cobijo

y vuestro lugar en la Historia.


viernes

Quince días ausente

 


Desgasto las baldosas del piso

en este ir interminable,

con deambular apático,

me concede huir

del desarraigo.

Mientras la mente

vuela libre

a lugares inaccesibles

donde los sujetos

habitamos en jaulas

mientras

el resto de las criaturas

vienen a mofarse

ya que el más humilde

y pequeño de los organismos

cogió el látigo del domador.

Aislada del mundo

por la atronadora música

que brota incansable

de mis auriculares.

Entre tanto mi mente gira

en la vorágine huracanada

de recuerdos confusos,

mis alas de mariposa

quedan rotas

al pie de esa montaña lejana

o

sobre ese mar

tejido de blanca espuma

y azul añil.

 

jueves

QUEBRANTO

 









Me embarga la melancolía

la nostalgia y el quebranto.

Me falta tu alegría,

el verde de tus pupilas

y el blanco de tu sonrisa.

Las historias que  proferíamos,

las que perduraron furtivas,

lo que nos encadena

y lo absoluto que nos aleja

Constituyen parte de la vida,

de esa existencia que es tuya

y que codiciara mía.


MUJER ROTA









Te presentí

mujer quebrada.

Mariposa de noche

con alas fragmentadas,

figura triste y sumida

en la recóndita

zozobra de olvido

que da una copa de vino.

Perdida entre la gente

que transita a su orilla

y la desdeña.

Con tus quimeras truncadas

desventurada mujer rota.













sábado

EL PINO Y EL GORRIÓN



A la vera del sendero,

un enorme pinus se erguía.

Atesoraba entre su

frondosa enramada

la morada de un gorrión,

que entre sus acículas

se laceraba sus plumas y

el corazón hondamente

porque el amor no llegaba

a su morada precisa.

Solo en el bosque lloraba

de tristeza y soledad.

Más pasó por su vereda

un furtivo cazador

que acechaba a unos corzos

ocultos en la espesura

y al escuchar el trinar

del avecilla cantora

se quedó tan conmovido

que se olvidó de su presa

y  consoló al afligido.


miércoles

ÁRBOL SOLITARIO


En el entorno del bosque

se erige inhiesto un árbol,

en otoño dará sus frutos

y sombra a quien transita

en el áspero estío.

Mira desde la distancia

las penas del hombre mínimo

que se acomoda en su tronco.

Su mirada es antigua

ni divaga

ni anhela,

habita el sol y la lluvia,

el viento y el destino,

imperturbable y sereno,

este árbol de la senda.


domingo

LOS CARDOS
















Repudiada flor hermosa
que te ves instigada a preservar
tu integridad
alzando abrojos
frígidos que te aíslan
del mundo,
para guardar tus misterios.
Con impávido cautiverio
encierras en tus entrañas
el calor de unos besos,
la exaltación
para el amor.



jueves

Planta silvestre





















                                                                                              Diminutas flores rojas
nacen desde la base de tu tallo.
Enhiesta rama,
gozosa,
nacida entre polvo y vereda.
Venturosa por ser soberana
emancipada y plácida
vives al preludio de la efímera
multitud que pasa sin verte
sin oler tu deleitado perfume
ni admirar tus minúsculas
yemas, dulce planta
desamparada y olvidada,
arbusto indómito
mata libre y salvaje.

lunes

LAVANDAS Hayku










                                                    Acuno aromas
soñando nacimientos
de flores lilas

jueves

LOS LIBROS, LIBRES
















Fieles compañeros eran,
aliados amigos son.
Firmes  y edecanes van
compactamente ordenados
en la repisa del mueble.
Son los libros esperando
a que llegue el labrador
que quiera labrar sus hojas
con la lectura fugaz
que los saque del estante
y los lleve consigo a
soñar el sueño feliz
de libros en libertad.

sábado

AFLICCIÓN


Se diluye y asciende el crepúsculo,
los reflejos obtienen un nuevo matiz
y la melancolía se encumbra,
agrandando los instantes
sin poderlos alcanzar.
La noche alza el vuelo
ocultando con sus negras alas
la tibieza de la tarde.
Nada en el universo nos aguarda
salvo los barrotes bruñidos
de esta jaula
que va siendo nuestra morada.
Por esas luminarias que dan al Edén,
veo la vida pausada,
aclamando ayeres
y futuros inseguros
más jubilosos y lozanos.

martes

INVASIÓN


                Dibujo realizado por Mara López Illana

Llegaron unos pocos para comprobar si la atmosfera del planeta era adecuada para ellos. Todos eran voluntarios. Tenían ordenado reproducirse para estudiar el desarrollo en ese ambiente, con el fin de enviar a nuevos contingentes más cualificados  para organizar la autentica invasión. Ellos eran meros peones sin validez alguna para su gobierno, mano de obra desechable y, sin embargo, todos tenían una sensación de orgullo patrio por tan honorable misión. Según aterrizaron en el planeta comenzó la agonía de algunos, que morían de inanición. Si no encontraban rápido un huésped que les mantuviera a una temperatura propicia, esta misión iba a tener muy breve recorrido. Pronto vieron a una criatura de sangre caliente, que ni era ave, ni mamífero, (la llamaron” Chiroptera”) su instinto les decía que allí podían prosperar e establecer la primera colonia. Pasaron la noticia por radio e iniciaron el asalto. Aquellas criaturas eran inmunes a su presencia, lo que les procuraba una cobertura única para la invasión posterior. Cuando ya las colonias eran un hecho, descubrieron una criatura que les permitía colonias aún mayores y se lanzaron a la conquista del nuevo huésped, le llamaron Pangolín, porque les recordaba a las montañas de su planeta. Su reproducción fue incrementándose día a día y el jefe de la expedición, un pobre sujeto con pocas luces y muchas ganas de ascender en su carrera, ya se veía recibiendo medallas por su gesta.                                                                                      Un subalterno le vino a comunicar que los pangolines eran devorados por unas criaturas bípedas, que los cazaba indiscriminadamente. Se puso muy nervioso y pidió comunicación urgente con alguna colonia que habitara  en una de aquellas bajas. Tardó en realizarse dicha conexión, pero al final se logró y las noticias no podían ser mejores. Aquel nuevo huésped, era nómada, viajaba a distintos ambientes con climas más propicios para su conquista. Su desarrollo parecía imparable, cada día nacían nuevas colonias y cuando una de aquellas criaturas dejaba de ser idónea, no ocurría nada pues disponían de muchas más a las que conquistar.                                                                                 Un día comenzaron a llegar malas noticias desde muchas de las colonias. Sus huéspedes habían logrado un arma letal que estaba arrasando a colonias y colonias con millones de residentes. Las noticias fueron empeorando día a día. Hasta que una mañana, de principios de la estación calurosa, cuestión ya de por sí mala por su inestabilidad ante el calor, las criaturas conquistadas y dominadas hasta la fecha había desarrollado el arma total, la aniquilación estaba a las puertas… aquella criatura bípeda, había logrado lo inconcebible, la destrucción masiva de los invasores, a quienes llamaron Covid. Las colonias, poco a poco, comenzaron a caer y lo que era peor, no lograban conquistar a nuevos sujetos para migrar, un líquido incoloro que les quemaba antes de desarrollarse, corría por todas las células de sus imposibles receptores. Antes de que llegara su final, estableció una última conexión con su planeta para pedir que abortaran la invasión de aquel planeta letal para su especie.                                                                                                               Y en sus registros pusieron una marca en rojo sobre aquel planeta. Tierra : inexpugnable.

domingo

CAPRICHOS DE LA LUNA




En la triste edad ya vivida
de muertes prematuras
y dilatadas ausencias,
en los años mal paridos
por la indigencia de ternura
tantos factores y poco entendimiento.
Restan días a lo venidero
con pasiones extáticas
y tristezas de  estulticia.
Por las calles de poco tránsito,
o las avenidas
por donde se contonea el pecado.
Marca un tango la diferencia
y un vals con sus estrofas de violín
lacera el silencio de la madrugada.
Embrujo de la Luna caprichosa
como el tacón de aguja
de cuando era una mujer.
Lloran las campanas que anuncian
la muerte de la noche
y la llegada confusa de un nuevo amanecer
donde permanecerán ocultas las simonías.
Ya no se redimen las gaviotas
y su vuelo yace postrado en las farolas.