La vereda se estrecha en el recodo
acercando a los cantos rodados
que responden gritando,
gritos que me ensordecen a veces
hundiendo el corazón en el fango
ignominioso del espanto.
Pero el camino no juzga, ni padece
se estrecha por impulso arcano
y un guijarro llora al lado de otro guijarro....
ambos huyen de su fatal destino
se arrojan por la colina
y caen, caen...
acercando a los cantos rodados
que responden gritando,
gritos que me ensordecen a veces
hundiendo el corazón en el fango
ignominioso del espanto.
Pero el camino no juzga, ni padece
se estrecha por impulso arcano
y un guijarro llora al lado de otro guijarro....
ambos huyen de su fatal destino
se arrojan por la colina
y caen, caen...
abajo, abajo…..
Se pierde su vista tras un desfiladero infinito
¿Llegaron cansados?
Huidos para siempre,
para siempre olvidados.
Así mi corazón siente
monte abajo, huyendo,
amando aquello lejano
eso que oculta el horizonte
y que a veces se atisba
por un arco iris rasgado.
Se pierde su vista tras un desfiladero infinito
¿Llegaron cansados?
Huidos para siempre,
para siempre olvidados.
Así mi corazón siente
monte abajo, huyendo,
amando aquello lejano
eso que oculta el horizonte
y que a veces se atisba
por un arco iris rasgado.
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