sábado

AFLICCIÓN


Se diluye y asciende el crepúsculo,
los reflejos obtienen un nuevo matiz
y la melancolía se encumbra,
agrandando los instantes
sin poderlos alcanzar.
La noche alza el vuelo
ocultando con sus negras alas
la tibieza de la tarde.
Nada en el universo nos aguarda
salvo los barrotes bruñidos
de esta jaula
que va siendo nuestra morada.
Por esas luminarias que dan al Edén,
veo la vida pausada,
aclamando ayeres
y futuros inseguros
más jubilosos y lozanos.

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