lunes

APRENDÍ A QUERERME


Aprendí a quererme

entre balas de desprecio

y batallas de soledad,

en la trinchera del alma herida,

donde el silencio era mi certeza.

Con cada golpe,

un muro de defensa interior,

donde la fragilidad

se transmutaba

en un grito de pundonor.

Aprendí a quererme en la tormenta,

a valorar cada gota de rocío,

a encontrar la paz en la tempestad,

y el sol radiante tras las nubes.

Ya no soy víctima de la desdicha,

ni esclava de la ajena opinión,

soy dueña de mi propia dicha,

reina de mi propia creación.

Aprendí a quererme,

 y en ese amor he encontrado,

la fuerza para seguir,

la luz que alumbra mis andalias.

    

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