Ya no estás.
Tu figura se difumina
en la distancia
te marchaste con el sol
del crepúsculo
tus huellas permanecen
en la húmeda arena
de la desolada playa
y las estelas de ellas
revoloteando
entre tus piernas.
Y yo permanezco sola
descalza en la orilla
el frío escarcha mis lágrimas
y un estremecimiento me recorre.
Estoy sola.
Viviré sola.
Sola lloraré.
Sola, en la distancia.
Ni un grito sale de mi garganta
ni una palabra.
La devastación, el golpe, el embate,
el latido, el rugido,
el aullido, el alarido, el lamento
el gemido sordo, la aflicción
ha sido mortal.
Aquí agonizo, aquí retoñaré.